
¿Estamos en manos de la nube?
Cada día más proyectos tanto del sector público como privado, se despliegan en la nube: AWS, Azure, Google Cloud y otros gigantes concentran hoy gran parte de la infraestructura crítica que hace funcionar al mundo. Desde bancos, hospitales y escuelas, hasta sistemas de transporte, justicia y seguridad pública.
Esta tendencia ha traído eficiencia, escalabilidad y velocidad de innovación. Pero también plantea una pregunta urgente:
👉 ¿Qué pasa si uno de estos proveedores falla?
Sabemos que las nubes no son infalibles. Las interrupciones ocurren. Y cuando lo hacen, miles de empresas y servicios públicos quedan congelados. ¿Qué impacto tendría una caída de estas plataformas en la operación diaria de una ciudad… o de un país?
Ahora llevemos esta idea un poco más lejos:
🔻 En un escenario de conflicto geopolítico o guerra cibernética, atacar una nube podría paralizar digitalmente una nación.
No suena tan descabellado. Y por eso la conversación ya no puede ser solo técnica.
Esto ya no se trata únicamente de uptime, latencia o arquitectura escalable. Se trata de soberanía tecnológica, gobernanza digital y seguridad nacional.
Entonces, las preguntas que deberíamos hacernos son:
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¿Tenemos una estrategia real de resiliencia digital?
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¿Estamos diseñando soluciones pensadas para fallar con elegancia, o todo depende de un único punto central?
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¿Qué rol deberían jugar los gobiernos frente a esta nueva concentración del poder digital?
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¿Dónde está el control en todo esto?
No se trata de satanizar la nube. Se trata de usar la tecnología con conciencia, visión de largo plazo y responsabilidad sistémica.
Y tú, qué experiencia tiene
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