
Guardia pasiva es un eufemismo que solo sirve para justificar explotación disfrazada de responsabilidad
Si no te comes las verduras, no crecerás.
Si no cumples con la guardia pasiva, no eres comprometido.
¿En serio todavía estamos con estos cuentos?
La frase “guardia pasiva” es una de las mentiras más grandes que he escuchado en mi vida profesional — y sí, lo digo con toda la intención. Porque en la práctica, no existe nada de “pasivo” cuando a las 2 de la mañana te despiertan por un incidente crítico, tienes que conectarte, diagnosticar, coordinar y resolver, para luego levantarte a las 7 a cumplir con tu jornada laboral como si nada hubiera pasado.
¿Pasivo? No. Eso es vigilancia activa con otro nombre.
Y lo peor no es solo el esfuerzo físico y mental, sino que muchas empresas lo rotulan como un “extra” simbólico, sin compensación justa, sin descanso recuperatorio, sin reconocimiento real.
Peor aún: hay una delgada línea jurídica que en muchos casos ya se ha sobrepasado. Estar disponible 24/7 bajo el concepto de “estar de guardia” sin remuneración adecuada o sin límites claros, no es responsabilidad. Es abuso estructural.
He visto equipos de soporte técnico, operaciones y desarrollo quemarse por meses, incluso años, bajo este modelo arcaico. Y todo porque alguien decidió que “pasivo” significa “no hacer nada”, cuando en realidad significa “estar listo para hacerlo todo en cualquier momento”.
En una empresa donde trabajé, decidimos cambiar ese paradigma. Implementamos turnos reales de contingencia, con rotación justa, herramientas claras, respaldo técnico y, sobre todo, compensación acorde. No fue revolucionario: fue sentido común. Pero el impacto fue brutal. Redujimos el estrés, aumentamos la eficiencia y, paradójicamente, los tiempos de respuesta mejoraron.
No necesitamos más guardias “pasivas”. Necesitamos modelos de trabajo sostenibles, transparentes y humanos.
Si tu empresa aún habla de guardias pasivas como si fuera un beneficio o una carga simbólica, tal vez estés normalizando una práctica que debería estar bajo revisión ética y legal.
Es hora de dejar de vender humo.
Organicemos mejor los procesos.
Paguemos lo justo.
Respetemos el tiempo y la salud de las personas.
Porque al final, nadie crece por comer brócoli… pero sí se quema por fingir que estar disponible 24/7 no tiene consecuencias.
#TrabajoRemoto #SaludLaboral #Burnout #GestiónDeTI #Operaciones #IngenieríaDeSistemas #CulturaDeEmpresa #HorariosFlexibles #SostenibilidadLaboral #Tecnología #Liderazgo #Innovación #BienestarDigital
Deja tu comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada.
0 Comentarios