
La disyuntiva de saludar con un Hola o un Bienvenido
¿Sabías que una sola palabra puede impactar tanto en la experiencia de usuario como en la arquitectura de tu software?
Parece una trivialidad, pero no lo es. Cuando diseñamos productos digitales, incluso los saludos importan. ¿Deberíamos mostrarle al usuario un Hola o un Bienvenido?
Aunque a simple vista parezcan equivalentes, hay una diferencia sustancial:
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Cuando dices Hola, estás siendo neutral. No asumes género, no te metes en problemas. Es una forma universal y segura de iniciar una conversación.
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Cuando dices Bienvenido, estás haciendo una suposición de género. Y eso no solo puede resultar incómodo o excluyente para algunas personas… también puede volverse un problema técnico.
El impacto técnico de una palabra
Para usar correctamente “Bienvenido” o “Bienvenida”, necesitas saber el género del usuario. Eso implica:
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Pedirle al usuario que seleccione su género (¿masculino, femenino, no binario, otro…?).
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Guardarlo en la base de datos.
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Manejarlo en la lógica de tu sistema (tablas, condiciones, traducciones, etc.).
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Y sobre todo, manejarlo con respeto y cuidado, porque no es un dato trivial.
¿Vale la pena toda esa complejidad solo para mantener un saludo con género?
¿Qué queremos realmente comunicar?
El lenguaje tiene poder. Y en productos digitales, cada palabra comunica algo. A veces, lo más simple no solo es lo más eficiente, sino también lo más inclusivo.
Un simple Hola puede ser más cálido, más universal y más inteligente desde el punto de vista de diseño.
Conclusión:
Pensar en cómo saludamos a nuestros usuarios no es un detalle menor. Es un ejemplo claro de cómo las decisiones de UX están conectadas con lo técnico, lo social y lo ético.
¿Y tú? ¿Cómo saludas a tus usuarios?
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