La política en el trabajo

La política en el trabajo va tomando cada vez más protagonismo. Hoy en día, ya no basta con trabajar bien, ni con cumplir los objetivos que se trazan, también es necesario e impresindible aprender a moverse en ese sub mundillo de la política dentro de las compañías.

Pero en qué consiste ésto ? se trata de apoyar determinado partido político, presidente, candidato ?

No, no se trata de nada de eso. Acá estamos hablando de relaciones interpersonales, se trata de que se ha creado dentro de las empresas, una competencia que no sólo apunta al desempeño, si no también al cómo te ven los demás.

Lamentablemente en muchas empresas se ha vuelto más importante, el que sepas mostrar lo que haces a tu gerencia, que la calidad práctica de tu trabajo o gestión. Ha cobrado más relevancia el que aparezcas en las fotos, que crear propuestas de mejoras de procesos, ha adquirido más peso el cómo te comunicas, sobre todo organizacionalmente, que el cómo es tu rendimiento laboral.

Han aparecido técnicas para ésto

Así es, tal cual como lo estás leyendo, acá te pongo algunos ejemplos, seguramente con alguno sentirás identificación, o con alguno no estás de acuerdo conmigo:

  • Las metodologías ágiles: Como idea de ordenarse y de agilizar los procesos están bien, pero al final del día sólo han generado que muchos equipos (células) trabajen como islas, más preocupadas de seguir existiendo que de aportar. En mi humilde opinión, es más humo que algo que realmente aporte. Desde luego tienen cosas buenas, por ejemplo, crear liderazgos más modernos, no tan autócratas, entre otras cosas.
  • Cursos de habilidades gerenciales: He visto muchos cursos sobre ésto en algunos marketplace, por ejemplo, cursos sobre liderazgo, toma de decisiones, cómo tratar a tus empleados, pero al final todo eso se termina convirtiendo en diplomas para mostrar, más que en aportes reales a la gestión.
  • Coaching: En USA, hace algunos años, nació este concepto que cada día toma más adhesión, incluso ha migrado a lo que hoy se denomina mentorías. Personalmente lo veo bien, aunque lamentablemente también se presta para mucha venta de humo. En qué consiste ? básicamente se trata de una persona con más experiencia y más capacidades que tí te asesora en la mejor toma de decisiones, en cómo organizarte, en cómo afrontar las situaciones límite, cómo crecer tanto personal como profesionalmente. Lo malo es que entre todo eso existe demasiado intertanto, como anégdota, me tocó ver una vez una congregación de COACH que te hacía un ritual en donde tenías que hacer ayuno para que “tu mente se despeje” jajajaa.
  • La tecnología al servicio de las empresas: Ésto en sí no es una técnica, pero se ha convertido en una de las herramientas políticas más fuertes en las empresas, ya que, detrás de ésto, hay mucha inversión económica, comprando softwares de gestión, maquinarias, procesos automatizados, etc. Todo bien hasta ahí, pero eso también ha creado un manto de desinformación, el que muchas veces te lleva a escenarios en donde se contrapone el liderazgo con el mostrarte ante tus superiores.
  • Bonos de rendimiento: Sin lugar a dudas ésta es una de las técnicas más utilizadas, eso de ofrecerte bonos por cumplimiento de metas, hoy en día llamadas KPIs o OKRs en el lenguaje empresarial moderno. Todo bien hasta ahí, pero va llegando un momento en el que esos mismos bonos provocan que los trabajadores prioricen aquellos objetivos que le aseguran dichos bonos, por sobre otros aportes que podría realizar en la compañía. Quizá también ahí hay un poco de cumpla de las gerencias de no tener la claridad suficiente sobre cómo detallas esos objetivos. Me tocó ver en el sector público, que, literalmente, es más importante realizar postgrados, master, diplimados, etc ya que con eso van subiendo automáticamente en la escala salarial, sin ningún otro mérito, lo que claramente trae como consecuencia un descuido en las tareas de la empresa, en la innovación, etc etc.

Como conclusión

Al final del día, se vuelve más importante el cómo logras mostrar tu trabajo que la calidad del mismo. Eso provoca que con poco puedes avanzar mucho, y con mucho puedas avanzar poco, o viceversa, y la meritocracia pierda cada vez más importancia. Es triste porque eso va creando círculos viciosos en donde las empresas se ven perjudicadas en cuanto a crecimiento, aunque su imagen se ve potenciada porque van “mostrando crecimiento y avances” pero eso es una falsa sensación, tan débil que a la primera problemática entran en crisis rápidamente. Por ahí alguien dijo que las crisis son oportunidades también, por eso debemos aprender a crearlas bajo el alero de la responsabilidad crítica.

Sin embargo, todo eso nubla la vista de los profesionales, sobre todo aquellos más jóvenes, que muchas veces aprenden esos comportamientos e incluso intentan imitarlos.

Deja tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

0 Comentarios

Suscríbete

Sígueme