Si vas a abandonar, hazlo. Pero no lo hagas culpando a los demás

Todos, en algún momento, hemos sentido la tentación de tirar la toalla. No es fácil emprender, liderar, aprender una nueva habilidad o enfrentar un entorno que no siempre es justo ni ideal.

Pero si decides abandonar, que sea con la frente en alto. No con el dedo apuntando a otros.

Porque responsabilizar a los demás por tu falta de resultados, por tu estancamiento o incluso por tu frustración, es una forma muy sutil de rendirse sin asumir las propias decisiones.

La vida no siempre nos da las condiciones perfectas, eso es cierto. A veces hay jefes que no apoyan, equipos que no funcionan, oportunidades que no llegan. Pero también es cierto que tú decides cómo respondes ante eso: si te adaptas, si mejoras, si insistes, si cambias de rumbo… o si simplemente te detienes.

Abandonar no es un pecado. Pero culpar a otros por tu abandono, sí es un síntoma de falta de madurez profesional.

La autocrítica y la responsabilidad personal son claves para crecer. Incluso si decides no seguir, hazlo con honestidad, no con excusas.

🔁 ¿Estás pasando por un momento en el que piensas abandonar algo? Reflexiona bien antes de hacerlo, y si lo haces, que sea desde la claridad, no desde la culpa.

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