
¿Te ha tocado despedir a alguien?
Una sensación horrible, pero parte de ser Technical Lead.
Ser Technical Lead no es solo guiar técnicamente a un equipo, revisar pull requests o tomar decisiones arquitectónicas. Con el tiempo, te das cuenta de que también eres responsable de las personas, de su crecimiento, su bienestar… y, a veces, también de decisiones difíciles como dejar ir a alguien.
Despedir a una persona es de las experiencias más duras que uno puede atravesar en un rol de liderazgo. No importa si la decisión es técnica, cultural o de rendimiento: si eres humano, duele. Duele porque detrás del nombre hay una historia, una familia, un esfuerzo.
Recuerdo la primera vez que me tocó hacerlo. Dormí poco la noche anterior, repasando conversaciones, evaluaciones, alternativas. ¿Hice todo lo posible por ayudarle? ¿Fue claro el feedback? ¿Pudo haberse evitado?
Y aunque uno puede entender racionalmente que es lo correcto para el equipo, emocionalmente no deja de ser un golpe.
Pero también aprendí algo clave: la forma en la que lo haces importa.
No se trata solo de qué comunicas, sino cómo lo haces:
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Con respeto.
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Con empatía.
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Con honestidad.
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Sin sorpresas (el feedback nunca debe llegar tarde).
Ser Technical Lead es, muchas veces, aprender a tomar decisiones difíciles sin perder la humanidad. Y eso, aunque no viene en los libros ni en los tutoriales, es liderazgo real.
Si estás en un rol de liderazgo o aspiras a estarlo, prepárate no solo para los desafíos técnicos, sino también para los emocionales. Porque liderar personas es una gran responsabilidad, y también un gran privilegio.
¿Te ha tocado vivir algo parecido?
Te leo en los comentarios.
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