
Tienes dos celulares ¿o prefieres que te vacíen la cuenta mientras tomas un café?
Sí, leíste bien. Si solo tienes un teléfono, estás jugando con fuego. Hoy más que nunca, tu seguridad financiera depende de decisiones simples que la mayoría ignora por comodidad.
Usa un celular para vivir: redes sociales, mensajes, fotos, llamadas. Que sea tu puerta al mundo. Pero ten otro —sí, otro— solo para tus bancos. Nada de WhatsApp, Instagram o correos. Solo apps oficiales de tus entidades financieras. Y ese segundo dispositivo, jamás, bajo ninguna circunstancia, sale contigo. Queda en casa, bajo llave, como si fuera una caja fuerte digital.
¿Suena exagerado? Pregúntale a cualquiera que haya perdido sus ahorros por un ataque de phishing, un SMS malicioso o una app falsa que se hizo pasar por su banco. La realidad es brutal: los ciberdelincuentes no necesitan ser genios para acceder a tu teléfono. Con un solo clic en un enlace malicioso, pueden activar herramientas de acceso remoto y vaciarte en minutos.
Y aquí viene lo más indignante: los bancos no están diseñados para protegerte. Están certificados bajo ISO 27001, un estándar de gestión de seguridad de la información, pero no de ciberseguridad real. Traducción: cumplen papeleo, no blindan tus datos. Y cuando te roban, lo primero que hacen es ofrecerte un seguro… que tú pagas, para cubrir lo que ellos no previnieron. Ironía macabra: te obligan a pagar por su falta de protección.
Lo mismo aplica con las tarjetas. ¿Tienes una sola tarjeta de débito que usas para todo? Eres un blanco fácil. Ten dos: una con saldo mínimo, sin línea de crédito, para salir a la calle. Si te la clonan o te la roban, el daño es limitado. La otra, la que tiene acceso a tu dinero real, ni siquiera debe salir de casa.
Y olvídate de usar tu tarjeta de crédito en sitios web. Hoy existen tarjetas virtuales, prepago, con montos y fechas de expiración limitadas. Las ofrecen los mismos bancos. ¿Y tú sigues ingresando tu número completo en tiendas online de dudosa reputación?
La tecnología avanza, pero la mentalidad de seguridad sigue en la edad de piedra. Mientras sigamos priorizando comodidad sobre protección, seguiremos siendo presa fácil.
No esperes a que te roben para cambiar. La prevención no es paranoia. Es sentido común en tiempos de guerra digital.
#Ciberseguridad #FinanzasPersonales #ProtecciónDeDatos #Bancos #Ciberdelincuencia #SeguridadDigital #EconomíaInteligente #Tecnología #Prevención #LinkedIn
Deja tu comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada.
0 Comentarios