
¿Y si mañana te despiden?
Nadie quiere pensar en eso.
Trabajamos duro, entregamos lo mejor de nosotros, confiamos en que “mientras haga bien mi trabajo, todo estará bien”.
Pero la realidad es otra: nadie tiene el puesto asegurado.
La pregunta que quiero hacerte hoy es incómoda, pero necesaria:
¿Si mañana te despiden, qué harías?
No es cuestión de miedo, es cuestión de estrategia
Cuando no tenemos un plan, el golpe no es solo económico: es emocional. Nos sentimos perdidos, desorientados, hasta traicionados.
Prepararte no te hace negativo.
Te hace responsable.
Te hace libre.
¿Cómo empezar a construir tu plan?
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Ten un fondo de emergencia. La tranquilidad financiera es poder elegir, no mendigar.
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Trabaja tu red de contactos. Nunca es tarde para reconectar o para ayudar a otros (y sembrar para el futuro).
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Actualízate constantemente. El mercado cambia, las habilidades caducan.
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Hazte visible. Comparte tu voz, tus logros, tus ideas. Que no tengas que explicar quién eres: que ya te conozcan.
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Piensa alternativas. ¿Qué otras cosas podrías hacer? ¿Qué proyectos tienes en el cajón que podrías activar?
Pensar el peor escenario no es ser pesimista, es ser inteligente.
Así que vuelvo a preguntártelo:
¿Tienes un plan o estás apostando a que nada va a pasar?
Te invito a reflexionar… y, si quieres, a compartirlo en los comentarios.
Nos leemos 👇
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