
¿Y si reemplazamos las entrevistas técnicas por una conversación técnica?
Todos hemos pasado por entrevistas técnicas que se sienten más como un examen que como una oportunidad para conocerse. Preguntas rebuscadas, algoritmos fuera de contexto y presión por rendir en tiempo récord. Pero… ¿realmente ese es el mejor reflejo del trabajo que hacemos día a día?
El problema
Muchas entrevistas técnicas están desconectadas de la realidad. Preguntar por la complejidad de un algoritmo o resolver un problema de árboles binarios en una pizarra no nos dice mucho sobre cómo esa persona trabaja en equipo, resuelve problemas reales o se comunica cuando hay presión.
¿Estamos contratando a quien programa mejor bajo estrés o a quien puede aportar valor en un entorno real?
La propuesta
¿Qué pasaría si en lugar de una “prueba técnica”, propusiéramos una conversación técnica?
Un espacio donde podamos hablar de arquitectura, decisiones difíciles que ha tomado el candidato, experiencias en proyectos reales, cómo aborda un problema ambigüo, cómo recibe feedback o cómo lidera un cambio técnico.
No se trata de eliminar la evaluación, sino de hacerla más humana, más contextual y más útil.
¿Qué ganamos?
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Mejor evaluación de habilidades reales: cómo piensa, comunica, prioriza y colabora.
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Menos sesgos: muchas personas con talento quedan fuera por no rendir bien en pruebas artificiales.
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Mejor experiencia de candidato: y eso dice mucho de tu empresa como marca empleadora.
No es dejar de evaluar, es cambiar el enfoque
Una conversación técnica bien estructurada puede revelar mucho más que un “live coding”. Preguntar “¿cómo resolviste ese cuello de botella en tu último proyecto?” puede ser más valioso que pedir que reescriba merge sort
en una pizarra.
🔁 ¿Tú qué opinas?
¿Crees que las entrevistas técnicas necesitan una evolución? ¿Ya usas este enfoque en tus procesos de selección?
Me encantaría leer tu experiencia en los comentarios.
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